Existen dos procedimientos de aborto seguro, avalados y recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Ginecobstetricia (FIGO), por la por sus altas tasas de eficacia. Ambos procedimientos permiten interrumpir embarazos no planeados o no deseados de forma segura, procurando el bienestar, la salud, y en muchos casos la justicia social, de quienes recurren a él.
Uno de ellos es el aborto con medicamentos, es decir, la ingesta de tabletas (usando la dosis y sustancias correctas) para inducir el aborto de forma segura (antes de las 12 semanas de gestación), mediante la estimulación de contracciones en el útero y la dilatación del cuello uterino, de forma simultánea, lo cual permite la evacuación en los días siguientes a la toma.
El otro método es la aspiración por vacío. Es el procedimiento de primera elección recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Federación Internacional de Ginecobstetricia (FIGO) por ser una técnica moderna, versátil, segura y eficaz para extraer el contenido del útero dentro de las primeras 12 semanas de gestación. La evacuación uterina se realiza a través de un equipo de aspiración por vacío, manual o eléctrico, que tiene un diseño similar al de una jeringa.