Cambio climático y justicia reproductiva
El cambio climático es una de las crisis definitorias de nuestro tiempo, y la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las personas se ven afectados por esta crisis. Los efectos del cambio climático equivalen a una catástrofe mundial de salud pública, económica, humanitaria y de igualdad de género.
Los efectos del cambio climático exacerban las desigualdades sociales, incluyendo la de género, y afectan principalmente a las mujeres y personas con capacidad más vulnerables —como niñas, personas indígenas, campesinas, afrodescendientes, en situación de pobreza y con bajos niveles de escolaridad—, en formas múltiples e interseccionales de discriminación.
Cambio climático
El cambio climático se refiere a cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos que pueden ser naturales o por las actividades humanas. Estos procesos alteran la composición de la atmósfera. Es decir, daños en el territorio que generan desertificación, escasez de agua, incendios, inundaciones, derretimiento de glaciares, sequías, entre otros.
Las comunidades se enfrentan cada vez más a la necesidad de prepararse y responder a las crecientes emergencias climáticas para mitigar los efectos sobre sus poblaciones.
Fenómenos climáticos como la sequía y la desertificación están provocando disturbios civiles y migraciones. El Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente calcula que el 80 % de las personas desplazadas por el cambio climático son mujeres.
Además, los servicios de salud sexual y reproductiva son a menudo «invisibles» en comparación con los alimentos y los medicamentos de emergencia en los esfuerzos de ayuda humanitaria y en situaciones de crisis, sin embargo, servicios como la anticoncepción y el aborto también son indispensables y sensibles a la par.
“El cambio climático afecta directamente la salud reproductiva de las mujeres. Hay pruebas de que la contaminación del aire, los incendios forestales, el aumento de la temperatura global, las inundaciones y los químicos tóxicos tienen efectos adversos en la fertilidad de las personas y en la salud de las mujeres embarazadas”
Climate Crisis and Health, Statement.
FIGO, 2020
Efecto en mujeres, niñas y personas con capacidad de gestar
Las mujeres y las niñas soportan de forma desproporcionada el peso de los fenómenos relacionados con el clima y el estrés medioambiental. Las mujeres son más vulnerables al impacto del cambio climático, solo para enlistar algunas de sus consecuencias en esta población:
- Existe una relación directa entre las presiones medioambientales, la violencia de género y los embarazos no deseados. Además, en contextos de crisis humanitaria, aumenta la necesidad de las mujeres, las niñas y otras personas con capacidad de gestar, para acceder a servicios de atención a la salud sexual y reproductiva, como el aborto, pero en épocas de catástrofe es probable que esos servicios se vean interrumpidos.
- El aumento de violencia de género está directamente vinculado con la crisis climática, en muchos países, las mujeres y las niñas son responsables de las actividades agrícolas. En un paisaje alterado por el cambio climático, se ven obligadas a desplazarse cuando estos recursos se agotan, y las repercusiones que sufren en estos desplazamientos van desde la violencia sexual y de género (y al consiguiente embarazo no deseado), hasta el incremento en su carga de trabajo.
- Las mujeres que permanecen en contextos humanitarios y de emergencia o crisis (incluido el periodo posterior a desastres naturales) suelen estar expuestas a violaciones, acoso, discriminación y violencia, y tienen un acceso limitado a los servicios de salud reproductiva.
Justicia climática con perspectiva de género
Los derechos reproductivos son parte de los derechos humanos, por lo tanto, la crisis climática debe abordarse desde la igualdad de género. Los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de la ONU exigen soluciones integradas que aborden las desigualdades y barreras subyacentes a las que se enfrentan las mujeres y las niñas y las políticas y programas sobre el cambio climático deben desarrollarse a través de la lente de la justicia reproductiva.
La falta de acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, como la anticoncepción, los abortos seguros, la atención en salud materna y la educación sexual integral (ESI) colocan a las personas con capacidad de gestar en mayor riesgo de contraer enfermedades por las desigualdades en el acceso a atención médica.
Las mujeres, niñas, hombres trans y personas no binarias deben ser actores clave en la solución de la crisis. Deben tomarse en cuenta sus necesidades específicas, desde una perspectiva interseccional.
Las soluciones deben incluir enfoques que mejoren la educación, refuercen la seguridad económica y amplifiquen las voces y las ideas de las mujeres y otras personas con capacidad de gestar.
Se debe invertir en salud para garantizar los derechos sexuales y reproductivos, así como en igualdad de género para aumentar la resiliencia climática de las mujeres y las niñas, las juventudes, las comunidades más vulnerables y los sistemas sanitarios.
Un camino hacia la reducción del impacto del cambio climático
Dados los impactos del cambio climático en la salud y derechos reproductivos de las mujeres, adolescentes y niñas, desde Ipas creemos que los Estados de Latinoamérica y el Caribe deben:
Reconocer los efectos diferenciados en la salud y derechos reproductivos a consecuencia de los efectos del cambio climático.
Ante desastres climáticos, diseñar planes integrales de prevención, preparación, respuesta, recuperación y adaptación con perspectiva de género y derechos humanos, que consideren la prevención de la violencia de género y garanticen la disponibilidad de servicios e insumos para la salud conforme a las necesidades sexuales y reproductivas.
Asegurar la participación y el liderazgo plenos, equitativos, efectivos y significativos de las mujeres en los espacios de toma de decisión respecto a las políticas relacionadas con el cambio climático.
Garantizar la inversión en políticas y programas con perspectiva de género en materia de cambio climático y de reducción del riesgo de desastres.
Prevenir todo tipo de violencia, incluyendo la sexual, contra las mujeres y las niñas, y garantizar la prestación de servicios esenciales a las víctimas y supervivientes, en contextos de crisis y desastres climáticos y ambientales.
Recopilar, analizar, difundir y utilizar datos acerca del cambio climático, los riesgos ambientales y sistémicos y los efectos de los desastres, incluidos los vínculos entre el cambio climático y el matrimonio infantil, así como otros ámbitos con efectos específicos en mujeres, adolescentes y niñas.
Invertir en investigación sobre las dimensiones sociales y de género del cambio climático, incluyendo las relacionadas con la salud y derechos sexuales y reproductivos.
¿Quieres saber más al respecto?
Te invitamos a leer la investigación Justicia climática, salud y derechos reproductivos de las mujeres en Latinoamérica y el Caribe, de Ipas Latinoamérica y el Caribe
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