Tener sexo por primera vez es una decisión sumamente importante y personal. El tiempo que cada persona requiera para sentirse con absoluta seguridad de querer hacerlo, siempre está bien.

Planear la primera relación te permite pensar con quién quieres compartir estas nuevas sensaciones, además de controlar tu entorno, es decir, cómo, dónde y cuándo te gustaría que pasara, desde pequeños detalles como la ropa y la música que te quieres escuchar, hasta contar con lo que necesites para sentir protección y respeto. 

Si sientes que estás cerca de “tu primera vez”, ten en cuenta lo siguiente: 

La posibilidad de sentir dolor 

La primera vez que tienes sexo vaginal puede dolerte, sentirse bien, o ambos. Muchas veces, se presenta un leve sangrado de la vagina durante la penetración.

Si el dolor es fuerte, espera un poco y empieza de nuevo. Si la molestia continúa, detente. Platica con tu pareja cómo te sientes y coméntalo con tu ginecólogo/a durante tu próxima visita.

Lubricación

En ocasiones, la vagina no está lo suficientemente lubricada (húmeda), y puede causar dolor o irritación. Esta situación es normal y no significa que algo malo está pasando con la mujer o con su pareja. 

Es recomendable esperar a que la excitación sea mayor antes de introducir algo en la vagina (como dedos o pene). También se puede hacer uso de un lubricante íntimo, que hará que el sexo sea más cómodo.

Anticonceptivos

Uno de los mitos alrededor de “la primera vez”, es que no te puedes embarazar. Esto es completamente falso.

No importa si es tu primera, segunda, tercera, o si has sido sexualmente activa durante años, las mujeres pueden quedar embarazadas en cualquier momento que el semen o líquido seminal entra en la vagina. Por ello, es importante contemplar el uso de métodos anticonceptivos.

Al elegir un anticonceptivo, toma en cuenta la doble protección, es decir, utilizar un anticonceptivo hormonal (implante, DIU hormonal, inyección, parche, píldoras, píldora de emergencia), combinado con el uso correcto de un anticonceptivo de barrera (condón femenino o masculino), de este modo se puede prevenir un embarazo no planeado, y contraer una infección de transmisión sexual. Comenta con tu médico/a cuál es la mejor opción disponible para tí.

Cambios en tu cuerpo

Hay quienes aseguran que cuando inicies tu vida sexual se ensanchará tu cadera.

Los cambios físicos en el cuerpo varían entre una persona y otra, y están relacionados a factores como la genética o la alimentación. El inicio de tu vida sexual no tiene relación con la aceleración o acentuación de estos cambios, y tampoco impide el desarrollo del mismo.

Violencia

Hay ocasiones en que se puede llegar a consentir prácticas o situaciones que no se desean por temor a que la pareja sexual se moleste o se aleje. Incluso, pueden presentarse conductas como empujones, tirones de pelo, cachetadas, burlas, chantajes o presión para tener sexo. Cuidado, si no son prácticas consensuadas, que sean cómodas para ambos, es violencia.

Resulta crucial que puedas definir límites con tu pareja, e identificar cuando una situación se torna abusiva o violenta.

Ten en cuenta que siempre puedes negarte a hacer algo que no quieres, con lo que no estás de acuerdo o te hace sentir incomodidad, sin importar la insistencia de tu pareja sexual. No necesitas justificación para no querer mantener relaciones sexuales. Las relaciones sexuales no son una prueba de amor; cuando se obliga o presiona, es violencia.

Lo más seguro es que al planear tu “primera vez” surjan muchas dudas, el darte tu tiempo para investigar y/o platicar con tu círculo de confianza (pareja, amigxs, familia, doctor), te ayudará a tomar la mejor decisión para ti.

Autor: Ipas LAC