Guatemala
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la población total de Guatemala sumó los 17,581,472 habitantes al 2019, de ellos 8,921,526 son mujeres. Según la pirámide de población por sexo y rangos de edad que presenta la plataforma DatosMacro.com, al 2017 en Guatemala había 4,519,211 mujeres entre los 15 y 49 años, es decir el 26.2% del total de la población registrada ese año (17,247,807) y el 42.6% del total de las mujeres.
El país se caracteriza por ser un país, multiétnico, pluricultural y multilingüe; el idioma oficial es el español, pero se reconocen oficialmente 22 idiomas mayas, uno garífuna y uno xinca, hablados por grupos étnicos distintos. La población maya es la población étnica que abarca el 40% del total de habitantes. El 60% de los guatemaltecos son ladinos, garífunas y xincas. Para 2014, se conoció que más de la mitad de la población indígena puede hablar más de un idioma (57.0%). En 2014 se reportó que el 50.5% de los guatemaltecos y guatemaltecas vivían en el área rural y el 49.5% en el área urbana.
La población guatemalteca es considerada joven porque el 50% de la población tiene entre 0 y 19 años. En la pirámide poblacional de Guatemala se evidencia un patrón demográfico que corresponde a los países en vías de desarrollo, cuya característica principal es una base amplia. Este elemento es importante al considerarlo influyente en el perfil epidemiológico del país.
Entre 2014 y 2015, la tasa de crecimiento demográfico en Guatemala fue de 2.34%.
La tasa de fecundidad para el 2015 fue de 3.1. Las mayores diferencias en cuanto a la tasa de fecundidad se observan según el nivel de educación y el quintil de riqueza. Las mujeres que no tienen ningún nivel de educación alcanzan casi tres veces más el número de hijas o hijos en comparación a aquellas con nivel superior de educación. Diferencia similar se observa según el quintil de riqueza, las mujeres ubicadas en el quintil inferior tienen 4.9 hijas o hijos, mientras las del quintil superior tienen 1.9 hijas o hijos. En 2015 se atendieron 386,195 nacimientos en el Sistema de Salud, según el Instituto Nacional de Estadística de Guatemala (INE).
Durante 2018, el Observatorio de Salud Reproductiva (OSAR) contabilizó 2 mil 153 embarazos en menores de entre 10 y 14 años de edad, más que los 1 mil 488 casos registrados en 2017. Desde el punto de vista legal, los embarazos en edades de 10 a 14 años se consideran resultado de una violación, muchas veces cometida por los propios familiares, lo cual constituye un delito penal en Guatemala. El sistema judicial ha intensificado esfuerzos por poner en vigor esta ley y se está comenzando a procesar penalmente al autor de la violación. Estos embarazos en menores de edad pueden llevar a riesgos, como la muerte. Durante el 2018 se contaron 432 muertes maternas, y de estas el 20% fueron adolescentes.
El Instituto Guttmacher explicó en su estudio Embarazo no planeado y aborto inseguro en Guatemala que cada año ocurren en Guatemala unos 65,000 abortos inducidos, lo que se traduce en una tasa anual de 24 abortos por 1,000 mujeres en edad reproductiva (15–49). Dicho estudio también indica que cada año, ocho de cada 1,000 mujeres en edad reproductiva (15–49) en Guatemala reciben tratamiento en hospitales debido a complicaciones de aborto inducido. La mayor parte de los abortos en Guatemala no son practicados por profesionales capacitados. Se cree que las comadronas tradicionales proveen casi la mitad (49%) de los abortos en el país, mientras que una fracción mucho más pequeña (16%) es provista por médicos.
Respecto al peso del aborto inseguro en las muertes maternas, el estudio recurre a estadísticas oficiales, las cuales refieren que el aborto fue responsable del 10% de las muertes maternas en Guatemala en el año 2000, según estimaciones a nivel nacional realizadas por el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social; y dice que un estudio llevado a cabo en 1993–1996 en el departamento de Guatemala (en donde ocurre cerca de una cuarta parte de los nacimientos del país), atribuyó al aborto el 12% de las muertes maternas.
Según el artículo 137 del código penal vigente en el país, no es punible el aborto practicado por un médico, con el consentimiento de la mujer, previo diagnóstico favorable de por lo menos otro médico, si se realizó sin la intención de procurar directamente la muerte del producto de la concepción y con el solo fin de evitar un peligro debidamente establecido para la vida de la madre, después de agotados todos los medios científicos y técnicos.
Con base al Informe de País de la Situación de Mortalidad Materna (MM) para el año 2015, la Razón de Mortalidad Materna (RRM) en Guatemala se reportó en 108 por cien mil nacidos vivos. El riesgo de muerte materna continúa siendo mayor entre las indígenas con relación a las no indígenas, ya que la cantidad de casos de MM y la RMM en indígenas fue más del doble que en no indígenas.
